Quantcast
Channel: SinEmbargo OPINIÓN » Libertad en Sinembargo
Viewing all articles
Browse latest Browse all 10

Victoria del Sur, el tratado en la OMPI sobre acceso de ciegos a libros

$
0
0

Steve Wonder cumplió su palabra y estuvo en Marrakech, Marruecos el viernes 28 de junio celebrando en la sesión plenaria de la Conferencia de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) la aprobación del tratado para facilitar el acceso a los libros a las personas con discapacidad visual y discapacidad para la lectura. El tratado contiene reglas para introducir excepciones a las leyes de derecho de autor para permitir la reproducción de libros en formatos accesibles que van desde el braille hasta la impresión en gran formato y audiolibros. El popular cantante estadounidense había alentado a los negociadores presentes en Marrakech a culminar el texto prometiéndoles que él iba a ir a cantar al Palacio de Naciones para celebrar este importante instrumento jurídico multilateral. Sólo en el primer día de apertura a firma, una veintena de países lo signaron, empezando por Brasil, quien encabezó a las naciones que impulsaron el tratado. Paradójicamente, Estados Unidos podría ser de los que no lo firmen en esta etapa.

El popular cantante dijo ante más de 600 delegados de todos los continentes, así como representantes de organizaciones de la sociedad civil: “Hoy mi corazón está en paz, mi fe en la humanidad se ha visto respaldada. Hoy todos nos unimos en esta lucha para que la vida sea mejor para todas las personas. Esto envía un mensaje a los líderes del mundo, que es posible hacer negocios y al mismo tiempo hacer el bien”.

Hay razones para celebrar, pues se logró más de lo que se esperaba. Del proceso de negociación que comenzó en 2009 con las aspiraciones de la Unión Mundial de Ciegos (UMC) y muchas otras organizaciones regionales, se aprobó al final un 90% de lo planteado en el proyecto original. Quedó fuera el tema de las producciones audiovisuales, sobre el cual había pocas coincidencias y muchos intereses.

Pablo Lecuona, uno de los principales promotores del tratado en América Latina, con una presencia constante en toda la negociación en la OMPI por parte de la Unión Latinoamericana de Ciegos (ULAC), contó a Dis-capacidad.com los entretelones de este proceso y nos explicó la importancia histórica y el alcance de lo logrado en Marrakech.

“Es el primer tratado de un organismo técnico y económico como la OMPI que se hace para defender los derechos de los consumidores y no para proteger los derechos de los titulares. Eso es un cambio muy grande, un precedente muy grande por eso también la discusión fue  tan fuerte. Pensar los organismos multilaterales de propiedad intelectual como espacio para hacer un equilibrio entre consumidores y productores y no nada más como un espacio para defender intereses económicos, eso es un gran logro”.

Pero no fue lo único que quedó demostrado en la conferencia de Marrakech: “La presencia y la fuerza de la sociedad civil, la UMC, la ULAC, los africanos, otras organizaciones que trabajan el tema de derechos humanos y haber contado con una unión muy fuerte de América Latina liderada por Brasil, con un trabajo muy importante de Perú, Argentina, Boliva, Ecuador, Chile y México en momentos, teniendo todos una posición firme, se logró vencer la resistencia y quitar trabas que Estados Unidos y la Unión Europea presentaron hasta el último momento, se logró un mejor texto del que se pensaba que se podía lograr”.

Lecuona reitera que “América Latina fue protagonista desde el principio, fue el primero en tomar la propuesta de la Unión Mundial de Ciegos, presentarla en la OMPI y defenderla en los momentos más críticos”. Comenta que los delegados de la región tuvieron  contacto permanente con los más interesados en que se lograra  este tratado, personas como él, con discapacidad visual, que les argumentos para enfrentar a delegados europeos que en 2009 les decían “ustedes están aquí porque los manipulan, no hay que cambiar nada sobre el derecho de autor”. Pero la esencia de la negociación, explica, era buscar las herramientas de flexibilización del copyright que sirvieran en el contexto del país más pobre y del más rico. Estados Unidos y la mayoría de los países europeos contaban ya con leyes de derecho de autor que contemplaban excepciones para facilitar la producción y el intercambio de libros en formatos accesibles, sin embargo se resistían a que este régimen se extendiera al contexto internacional.

Pablo sostiene que con este tratado América Latina demostró que  trabajando como bloque, de forma coordinada y articulada, se puede plantar ante gigantes de Estados Unidos y de la Unión Europea”.

En el tratado se logró eliminar el requisito de verificar la disponibilidad comercial de un libro ante de proceder a hacer un intercambio hacia otro país.  Por ejemplo, nos explica Lecuona,  si una institución mexicana quería mandar un libro a Argentina, antes de poder exportarlo tenía que verificar que ese libro no estuviera disponible comercialmente en un formato accesible en Argentina”. Esa investigación se volvía una complicación para el contexto de las organizaciones pequeñas o de países en desarrollo porque implicaba involucrar tiempo y recursos de por sí escasos. Además era innecesario: “La  lógica es más simple, si el libro está disponible comercialmente en un país no es necesario pedirlo a otro país”.

Otro tema eran las medidas de protección tecnológica. Había “mucho contenido político” en este asunto, los cabilderos o el lobby de la industria editorial quería introducir restricciones para protegerse de la piratería, pero se logró que prevaleciera el enfoque de accesibilidad. Se garantiza que las personas con discapacidad pueden evitar esas medidas de protección para  tener acceso al libro.

La distribución de libros a individuos era otro de los temas. Hasta el último momento, “la Unión Europea y Estados Unidos se oponía a esto y pedían que la distribución y el intercambio se hiciera sólo entre instituciones. Por ejemplo, si un mexicano necesitaba un libro en inglés que está en Inglaterra tenía que recurrir a una institución de México que tiene la confianza de los editores para que se lo pidiera a la biblioteca en Inglaterra. Pero en el texto quedó muy claro que una persona puede acceder directamente a la biblioteca de otro país, siempre y cuando tenga una discapacidad visual o discapacidad para la lectura. Esto beneficia sobre todo a los países donde hay pocas instituciones o no las hay. Era importante lograr esto para tener un acuerdo útil y aplicable incluso en los contextos más desfavorables”.

Las trabas de EE.UU. y Europa llevaron a los promotores de la apertura a decir que “parecía un tratado de protección de los titulares de derechos contra los malos ciegos piratas y no un tratado de acceso y un tratado de derechos humanos”.

La resistencia del Sur

Insiste Pablo Lecuona en que fue un gran reto y un triunfo posible gracias a la resistencia de los delegados de América Latina, África, India y Nigeria, principalmente.

Relata que hubo mucho cabildeo de parte de los editores, tenían rentadas tres salas donde había profesionales del lobby, expertos en derechos de autor, gente de la industria de la producción audiovisual, de la editorial, etc.

“Nos preguntábamos cuánto podían resistir América Latina las presiones de los países desarrollados y al final resistieron todo lo necesario y todavía más de lo que esperábamos”.

Un asunto que apenas el día anterior había agregado tensión e incertidumbre sobre el éxito o fracaso de la conferencia fue el de determinar cuántas ratificaciones serían necesarias para la entrada en vigor del tratado. Al respecto, cuenta Lecuona: “fue muy claro que los únicos que querían 30 rarificaciones eran EU y Europa. Todos los demás pedían 20 y eran claros en esto”.

“Fue una primera señal de que la firmeza de grupo podía  hacer cambiar esas posiciones”.

Comienza otro proceso

Ahora hay que comenzar a trabajar en un nuevo proceso, la implementación del tratado.

Como un ejemplo de lo que se puede alcanzar con este nuevo tratado, Lecuona, fundador de Tiflonexos, biblioteca digital en Argentina, el trabajo Sur-Sur es una prioridad y ya tiene en la mira una primera misión. En un congreso de la Unión Mundial de Ciegos conoció a gente de un país africano de habla hispana: “Guinea Ecuatorial es un país que habla español y que tiene terribles necesidades, es un país que puede sumarse y articularse con países latinoamericanos”, para ampliar el acceso de su población a la educación y el desarrollo. Como en este caso, hay muchos otros donde el nuevo tratado de la OMPI aprobado en Marruecos puede contribuir a derribar las barreras que hoy día bloquean el acceso a la educación y al desarrollo a 300 millones de personas con discapacidad visual en el mundo, así como el de quienes tienen  discapacidad para la lectura en formatos tradicionales.

Esperamos la pronta firma del gobierno de México y la ratificación por parte del Senado, para que fortalezcan su compromiso con los derechos de la población con discapacidad.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 10

Latest Images





Latest Images